Elsa Jean es una tía muy adinerada que le encanta gastar todo el dinero de papi. Cuando queda sola en su lujosa mansión le encanta llevar a sus amigos para que la follen como toda una perra. Pero esta vez no tiene la compañía de sus amigos, así que recurrirá a uno de los empleados. No se le ocurrió mejor idea que invitar al hombre que limpiaba la piscina, un enorme negro con una larga, gruesa y jugosa polla con la que su coñito quedaría bien abierto. El hombre entra a la casa pensando que había pasado algo malo pero era la niña cachonda que lo esperaba desnuda.
Sin perder mucho tiempo Elsa Jean comenzó a frotar la enorme polla del hombre con sus pies. Esa sensación era indescriptible para ella, quien estaba acostumbrada a las pollas de sus amigos pijos. Este es todo un hombre y no iba a perder tiempo, así que comenzó a follarla fuerte, sometiéndola en cuatro patas, le abría la vagina sin piedad, con cada embestida la chica gritaba de dolor y placer. Luego de un momento todo comenzó a ser solo placer así que decidió montar esa negra polla por su cuenta, usando su propio peso cabalgo como toda una prostituta, debía hacerlo acabar rápido ya que sus padres llegarían en cualquier momento.
